Semana 3 posparto

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Tu bebé está empezando a transformarse de un precioso pero superdormilón recién nacido a un bebé casi hecho y derecho.

Y con todo ese crecimiento y desarrollo, se avecinan grandes cambios e hitos.

Así que, ¡alégrate! La recompensa por la privación de sueño que probablemente estés sufriendo está en camino.

El desarrollo de tu bebé en la tercera semana posparto

Aspectos básicos del sueño

Los recién nacidos de hasta 3 o 4 meses necesitan dormir entre 14 y 17 horas en un período de 24 horas, y suelen despertarse cada dos o cuatro horas para comer.

Aspectos básicos de la alimentación

Los bebés deben comer todo lo que quieran a esta edad, pero una regla general es de aproximadamente 500 a 700 ml de leche materna o de fórmula en 24 horas.

¿Sabías que?

Tu pequeño está ganando control muscular, así que los movimientos y reflejos serán menos bruscos y más elegantes esta semana.

Tu pequeño se hace más fuerte cada día, y puedes animar al bebé a flexionar esos músculos ofreciéndole mucho tummy time (estar boca abajo) supervisado durante el día para que pueda practicar a levantar esa bonita cabeza.

Algunos bebés de tres semanas son capaces de levantar la cabeza 45 grados cuando están boca abajo, y cuanto más practique el bebé, mejor.

El tiempo boca abajo también ayudará a prevenir el aplanamiento de la cabeza, algo más común en los bebés que pasan todo el día y la noche tumbados de espaldas o apoyados en hamacas y asientos de coche.

En cuanto a las noticias relacionadas con el cerebro, tu bebé está preparado para formas más complejas (¡adiós a los círculos, hola a los zigzags!), ya que la visión, la capacidad de enfoque y la concentración mejoran rápidamente. Puede que le encante mirar un móvil o un peluche que le acerques lo suficiente para que pueda verlo.

Por supuesto, cuando no tiene ganas de jugar, puede tener ganas de llorar (y llorar). Todos los bebés lloran, pero algunos lo hacen más que otros.


De hecho, hay recién nacidos que sollozan desconsoladamente durante horas. Los médicos suelen diagnosticar ese llanto como cólico cuando dura al menos tres horas seguidas, al menos tres días a la semana, en el transcurso de al menos tres semanas.

El crecimiento de tu bebé en la semana 3 

Seguro que tu bebé está ganando kilos y centímetros ahora que tiene tres semanas.

Pero cuando tomes nota del peso de tu pequeño, evita compararlo con el peso del bebé de tu mejor amiga, o con el de tu hermana, o… ya te haces una idea.

Porque la medida más importante del crecimiento de tu bebé no es cómo se compara con otros bebés, sino cómo se compara con su propia curva de peso y altura.

El pediatra querrá seguir las tendencias de crecimiento de tu bebé a lo largo del tiempo. El médico se asegurará de que tu pequeño siga relativamente la misma curva que ha seguido (ya sea el percentil 15, el percentil 50 o el percentil 90).
Un gran salto (por ejemplo, del percentil 20 al 50) puede significar que el bebé está ganando demasiado rápido. Un gran descenso puede significar que no está comiendo lo suficiente.

El médico de tu bebé te ayudará a entender estos percentiles y cómo está creciendo tu bebé.

La salud de tu bebé de 3 semanas

Bebé que escupe

No te alarmes si tu bebé escupe mucho. Lo que parece su comida entera probablemente no sea más que una cucharada de leche. Las cosas deberían calmarse en uno o dos meses.

Fiebre del bebé

Una fiebre leve de menos de 38 C en bebés de esta edad no suele ser motivo de preocupación, pero una temperatura de 38 C o superior justifica una llamada al médico de inmediato.

La primicia de las cacas

Si tu bebé es alimentado con leche materna, sus deposiciones serán probablemente de color mostaza, sueltas y, a veces, textura de “semillas”. En el caso de los bebés alimentados con leche artificial, las heces serán probablemente blandas y pueden variar entre el amarillo pálido y el marrón amarillento, el marrón claro o el verde parduzco.

Seguridad en la cuna

Tu bebé va a pasar mucho tiempo en esa cuna, así que querrás asegurarte de que es segura. Una cuna debe cumplir las últimas normas establecidas por la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC).

Vitamina D para el bebé

Los recién nacidos (y los bebés mayores) necesitan 400 UI de vitamina D al día. Si tu bebé es amamantado, necesitará tomar gotas de vitamina D. Aunque la leche de fórmula ya lleva un suplemento de vitamina D, pregunta a tu pediatra si debes añadir gotas de vitamina D al biberón de tu bebé alimentado con leche de fórmula.

Consejos para el posparto y el bebé

Preguntas frecuentes sobre los bancos de leche

Si no puedes amamantar a tu bebé y este padece un problema médico que requiere leche humana (por ejemplo, si es prematuro, no se desarrolla, tiene intolerancia a la leche de fórmula o es alérgico), hay formas de conseguir leche materna donada por otras madres a través de un banco de leche.

Calmar la piel del bebé

Aunque los bebés mayores son conocidos por su cutis suave, los de tres semanas definitivamente no lo son.

Entre las afecciones que pueden hacer que la piel de tu bebé no esté impecable: granos rojos y espinillas (no esperabas esos hasta secundaria, por lo menos…), rozaduras rosadas del pañal, costra láctea escamosa y moteado violáceo (no te preocupes, es solo un signo de la circulación inmadura de tu bebé).

Afortunadamente, todas estas imperfecciones de la piel del bebé son temporales. Algunas, como los granos y el moteado, desaparecen por sí solas; otras, como la dermatitis del pañal y la costra láctea, responden bien al tratamiento. La piel clara del bebé está a la vuelta de la esquina.

Incontinencia fecal

El trabajo de parto y el parto, como habrás notado, son realmente duros para tu cuerpo, especialmente “ahí abajo”. Los músculos y nervios del periné pueden estar estirados o dañados, lo que dificulta el control de cómo y cuándo salen los alimentos digeridos del cuerpo.

La incontinencia fecal posparto suele solucionarse por sí sola cuando el cuerpo vuelve a la normalidad. 

Cuidado del recién nacido durante las salidas

Merece la pena extremar las precauciones durante el primer mes: cuanto más pequeño sea el bebé, menos tiempo habrá tenido su pequeño sistema inmunitario para fortalecerse. (Esto es doblemente cierto en el caso de los bebés nacidos prematuramente o con otros problemas de salud).

Por eso, en esas primeras semanas, evita las zonas concurridas. Tanto dentro como fuera de casa, lleva a tu bebé en un cochecito, un portabebés o una mochila. Y después de cualquier salida, limpia las manos de tu bebé con una toallita o un paño húmedo y jabonoso.

Lavado de manos para los amigos

Es probable que tus amigos y familiares estén tan emocionados por conocer a tu recién nacido como tú por presumir de tu pequeño.

Pero asegúrate de establecer y hacer cumplir esta sencilla regla básica: Todos los admiradores que quieran tocar o coger a tu bebé deben lavarse primero las manos, y los que estén claramente enfermos o tengan un sarpullido deben mantenerse lejos.

Échale la culpa a tu pediatra o a tu propia paranoia, pero transmite tu mensaje. Ten especial cuidado con los niños pequeños, que pueden ser portadores de todo tipo de cosas contagiosas.

Enséñales a dar suaves palmaditas en la espalda de tu bebé o a tocar sus diminutos dedos de los pies, pero nunca las manos o la cara. Y después de cualquier salida o escena social, limpia las manos de tu bebé con una toallita o un paño húmedo y jabonoso.

El llanto del bebé

La mayoría de los bebés eligen un periodo de inquietud durante la tarde o las primeras horas de la noche como su “hora bruja” para desahogarse y llorar un rato.

Si el llanto es un cólico (que no siempre lo es), puede parecer que esos bebés tienen dolor.

Una de las teorías es que los bebés con cólicos son también bebés con gases, aunque es posible que los gases se deban a que tragan mucho aire de tanto llorar o a que los recién nacidos suelen tener problemas con el dolor de los gases debido a la inmadurez de su sistema digestivo.

Los bebés con cólicos también parecen querer comer todo el tiempo, pero a veces esto se debe a que la succión los tranquiliza, no a que tengan hambre. El uso de un chupete puede ayudar.

Los episodios de llanto de tu bebé pueden ser una señal de que está sobre estimulado. Los bebés de esta edad suelen necesitar relajarse con un buen llanto al final del día.

También es posible que tenga más hambre porque está pegando un estirón o por algún otro motivo. Consulta a tu pediatra si sospechas que la causa es el hambre.

Si tu bebé parece tener dolor, comprueba si tiene fiebre y llama al médico. Es posible que se esté contagiando de algo.

Pero si se trata de un cólico, lo más probable es que se quede, hasta cierto punto, durante las próximas semanas o meses. Y si se trata de hambre, trabaja con tu pediatra para averiguar si es necesario hacer algún ajuste en la alimentación.

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